De las causas al devenir
El psicoanálisis interrogado es un psicoanálisis detenido en el tiempo, el que supuso que hay un centro inconmovible que determina los actos psíquicos y que sigue pensando que el inconsciente es una suerte de depósito en donde se guardan las reliquias para que el analista, como un paleoantropólogo, las desentierre. Un conjunto de causas forjadas en el pasado que nos determinan. También aquel que cree que tratamos con una realidad “real” y objetiva que no depende del observador ni de sus creencias; es decir, el que favorece la posición del analista y su papel de neutro investigador en un lugar “por encima”, en trascendencia a lo que sucede en la sesión. Todo esto se opone a las concepciones actuales de filósofos, antropólogos, o incluso físicos cuánticos.
La realidad, por ejemplo, es hoy considerada como algo construido en un espacio siempre con algo de virtual entre observado y observador, entre al menos dos, y no un objeto inamovible y “verdaderamente verdadero”. No se trata de calcar lo fáctico, de representarlo ni de hundirlo en la tumba del significante, sino de producir mapas rizomáticos, siempre cambiantes e impredecibles en lo vivo de la sesión, en una trama lo suficientemente laxa para que el establishment no ahogue la emergencia de lo radicalmente nuevo.
Por ello, este libro propone desviarse de la teoría de las causas de un pasado –que determina lo que se desarrolla en el presente– y admitir la existencia de lo singular, lo conectivo, lo inmanente, el devenir; aquello que acontece sin que necesitemos saber bien qué lo causó: acontecimientos. Esto que ocurre en un análisis sucede en el espacio del vínculo, es decir, no es solo ni principalmente lo forjado en el pasado que ya estaba y se despliega, sino lo que se produce en el vínculo vivo entre paciente(s) y analista, en la inmanencia de la situación.
El psicoanálisis interrogado
Julio Moreno