Los nuevos modelos culturales marcados por el posmodernismo y la globalización desubjetivante ofertan la promesa de soluciones rápidas, la fascinación por lo imaginario, la ilusión de lo ilimitado y el desprecio por la reflexión y la búsqueda de la verdad que constituyen eternos paradigmas del psicoanálisis.
La eficacia terapéutica motoriza la clínica psicoanalítica que no puede sostenerse en una pura ambición intelectual de saber del inconsciente.
Lacan da cuenta de un interés permanente por los resultados del análisis cuando plantea que “la cura viene por añadidura” y aclara que nuestro deber como analistas es poder mejorar la posición del sujeto.
La eficacia específica de la práctica analítica radica en el acceso a otro modo de lectura que permita dar nuevos sentidos que conmocionen fijezas parasitarias. No propone un ideal de normalidad, sino que se interesa en la escucha de la singularidad de cada demanda particular.
En tiempos de la insoportable levedad del ser, en un mundo egocéntrico donde reina la comunicación banal, la captura de la apariencia, la expansión de goces narcisistas y consumistas, la escucha analítica permite la oportunidad de darle un lugar a la palabra para poder acotar el sufrimiento psíquico.
Este libro constituye una herramienta para interrogar cómo cura el psicoanálisis y sostener el desafío que implican las demandas terapéuticas propias del malestar cultural actual.
“Un libro cuyo título es precisamente La eficacia terapéutica del psicoanálisis viene a ocupar un espacio necesario, imprescindible, no para resolver de manera definitiva las dudas que se van presentando, sino para mantener los temas en movimiento e ir sugiriendo caminos que nos ayuden en el día a día de nuestra tarea” (Hugo Livitnoff).
La eficacia terapéutica del psicoanálisis
Osvaldo Maltz